Por: Juan José Berhó:

El nombre «5G», quinta generación de las tecnologías inalámbricas de comunicación, es un protocolo de transmisión de difusión ideado por el Proyecto de Asociación de Tercera Generación (3GPP), un consorcio global de grupos de telecomunicaciones; se refiere a un espectro de frecuencias de radio que los operadores como Movistar, Orange, Vodafone, MásMóvil y Euskatel ya utilizan para transmitir datos en España. La señal de radio transmite información a una frecuencia extremadamente alta (EHF) u «onda milimétrica», lo que permite conexiones significativamente mejores que las redes 4G actuales.

La tecnología promete transmitir un gran volumen de datos a dispositivos móviles e IoT (Objeto al que se le ha dotado de conexión a Internet y cierta inteligencia software, sobre el que se pueden medir parámetros físicos o actuar remotamente y que por tanto permite generar un ecosistema de servicios alrededor del mismo). Según algunas estimaciones , las redes inalámbricas 5G podrían entregar datos a casi 10 gigabits por segundo, varios órdenes de magnitud más rápido que las redes 4G actuales, que alcanzan un máximo de aproximadamente 100 megabits por segundo.

5G no solo significa mayores rendimientos y velocidades más altas, sino que fundamentalmente es una forma diferente de construir la red para proporcionar tiempos de respuesta rápidos desde Internet hasta el punto final móvil, sea lo que sea, un teléfono, robot, un dispositivo de IoT, etc. Ya no nos tendremos que preocupar de la carga de vídeos con el móvil, el acceso a las webs será casi instantáneo, podremos descargar documentos de mayor capacidad, etc.

La gran velocidad conlleva una gran complejidad debido a que la onda milimétrica utilizada por 5G transfiere información a distancias cortas , se requieren más transmisores y repetidores de señal. Las ondas 5G también son más susceptibles a la interferencia atmosférica y las condiciones climáticas adversas como la lluvia.

Las torres de telefonía móvil modernas transmiten señales 4G LTE a distancias de hasta varios kilómetros, pero 5G requiere una concentración densa de transmisores más pequeños para cubrir la misma área relativa. Los transmisores se pueden ocultar a plena vista en postes de servicios públicos, farolas y tejados en áreas urbanas, pero en las zonas rurales hay menos oportunidades para distribuir estos transmisores.

Casa conectada domóticaGracias al 5G podremos aumentar exponencialmente el número de dispositivos conectados. Vehículos, robots industriales, mobiliario urbano o cualquier dispositivo electrónico que tengamos en casa como la alarma, la lavadora, la nevera, el robot aspirador, etc; podrán conectarse y compartir información en tiempo real, este es la verdadera revolución a nivel usuario, además del considerable aumento de velocidad ya comentado.

Existen detractores de esta tecnología y muchas asociaciones preocupadas por cómo puede afectar a la actual tecnología como es el caso de la OMM (Organización Meteorológica Mundial)  hizo hincapié en mostrar su preocupación sobre que su uso invada el ámbito de las frecuencias utilizadas por aplicaciones que permiten salvar vidas, como las predicciones meteorológicas.

«En las observaciones meteorológicas por satélite se emplean con frecuencia técnicas de detección pasiva, que utilizan las características de la absorción atmosférica para obtener información sobre el estado presente del sistema Tierra. Tales mediciones pasivas las realizan instrumentos sensibles, los cuales miden las radiaciones de microondas de una intensidad muy baja que emiten naturalmente la atmósfera y la superficie de la Tierra. Estas técnicas de detección pasiva son las más vulnerables a la interferencia de los nuevos usuarios de las frecuencias radioeléctricas, que generan emisiones electromagnéticas para sus propios fines.»

Todos deseamos que la tecnología avance, sea más rápida y nos facilite la vida, pero, siempre y cuando no perjudique los pasos bien andados.

¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es esta, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino. (Albert Einstein)