Sólo una cosa es imposible para Dios: encontrarle algún sentido a cualquier ley de copyright del planeta

Mark Twain en su cuaderno de notas

Empezando con esta cita del genial escritor explicaremos que una obra libre de derechos, no significa que sea de dominio público.

Las obras de dominio público, carecen de derechos de autor, bien porque el autor halla fallecido hace más de 70 años, bien porque sea una obra anónima o también en algunos otros casos más, dependiendo de la legislación del lugar.

El resto de las obras están protegidas por los derechos de autor, que están reguladas por ley y se otorgan al creador de la obra.

Una obra creada es inmediatamente propiedad del autor que creó dicha obra y sólo con autorización del autor se puede reproducir, distribuir, hacerla pública, modificarla…

Los derechos de autor, protegen la obra y su contenido, no la idea.

Cuando leemos que una obra es libre de derechos, por ejemplo los bancos de imágenes que te ofrecen fotos libres de derechos de autor, lo que quiere decir, es que te venden una foto que puedes reproducir, distribuir, hacerla pública, modificarla sin necesidad de pedir permiso al autor de la obra pues pagas una licencia de utilización. Siempre y cuando el uso de esa foto no infrinja la ley:

No por haber comprado una foto libre de derechos voy a poder utilizarla de forma obscena o difamatoria…

Todo el contenido que nos encontramos a diario por internet posee un autor y en definitiva unos derechos. Hay que ser prudente a la hora de utilizar ese contenido, o citar siempre la fuente.

Aunque como dijo Mark Twain, dentro de los límites razonables, pues Dios que al final es el Creador, no le puso derechos de autor a las estrellas, al mar, los animales, al mundo en general ….